domingo, 6 de octubre de 2013

Gemelos dentro de la barriga de su madre ya demostrando amor.

"Desde el proceso de gestación somos  individuos que sentimos y expresamos Amor! 
luego nos toca fortalecerlo con acciones... Es nuestro Don mas grande"
Lcda Carmen Concepción 
consejera en LM

Antropología del Nacimiento

"En el contexto científico de hoy en día, algunos de los factores que influyen en la calidad de la vida fetal ya son mejor comprendidos. Es el caso de los factores emocionales. Las mujeres embarazadas siempre han tenido un conocimiento intuitivo, de que el desarrollo de su bebé en el útero era claramente influenciado por su estado emocional. Hoy en día, los fisiólogos pueden interpretar esta influencia. Por ejemplo, cuando una mujer embarazada no es feliz porque está dominada por alguien (por ejemplo, un jefe autoritario) o por una situación (como un embarazo no deseado), tiene la tendencia a segregar niveles elevados de ciertas hormonas como el cortisol, y el cortisol es un inhibidor del desarrollo fetal" Michel Odent.

La Sacralidad de la Triada Prenatal: Cordón, Amnios y Placenta

La triada prenatal está compuesta por el cordón umbilical, el saco amniótico y la placenta, es nuestro pequeño vehículo de supervivencia, que permite a la vida manifestarse. La placenta, que se implanta en el útero de la madre toma de ella o necesario para formar al bebé, sin mezclar nunca la sangre de uno con la del otro; se lo trasmite por medio del cordón umbilical a través de dos arterias y una vena, el saco amiótico los engloba, conteniendo al bebé y el líquido en el que éste vive. Sin alguno de estos 3, la vida no sería posible. Merecen por tanto un trato cuando menos respetuoso por la alta función que desempeñan.Desde tiempos inmemorables se le ha atribuido significados a la triada prenatal; en si mismos y a través de ritos que garantizaban el bienestar del bebé. 

El hombre primitivo consideró al cordón umbilical como un árbitro de vida y muerte ya que esté tenía la potestad de estrangular al bebé si así lo decidía, En culturas mesoamericanas, autralianas, africanas e indues el cordón es el hilo que conecta el mundo de los dioses con el mundo terrenal. Incluso la misma ofrenda del incienso relacionaba a la columna de humo que asciende con cordón umbilical que nos une con el cielo. El lugar de entierro del cordón o en su defecto del muñon (el trozo de cordón que a los 3-7 días se desprende del recién nacido y deja la cicatriz que conocemos como ombligo) También tiene un significado; en el caso de varones, el cordón se enterraba profundo en el bosque para que el niño no sientiera miedo y viera el bosque como su hogar. Los cordones de las niñas se enterraban bajo el fogón para que fueran buenas cocineras. O si no se enterraba se preservaba en un sobre, con los trozos de la primera cortada de uñas y unos mechoncitos de pelo. también tiene un significado; por ejemplo soltar el muñón a un río para que el bebé tenga la oportunidad de viajar. Inclusive en el New Age el cordón es el hilo de plata que nos permite realizar viajes astrales, pero que no debe nunca romperse. 

Al saco amniótico también se le atribuyeron significados mágico, sobre todo al saco que permanecía intacto. celebrada como una señal de buen auspicio para el bebé, otrora se creía que los niños 'nacidos en camisa' crecerían para ser visionarios y hasta jueces morales de la población en la que crecían. Y siempre contarian con una suerte extraordinaria. La palabra en Alemán para este tipo de nacimientos así lo sugiere "Glückshaube" 'gorro de la suerte'. "El zurrón, morada de nuestro ángel de la guarda y de parte de nuestra alma, es considerado, al igual que las pares [la placenta] y el cordón, como un ser viviente, una sustancia activa cargada de altísimos poderes mágicos" Gutierre Tibón, La Triada Prenatal. 1980. Capítulo "Mito y Magia del Amnios" 

La comadrona Robin Lim, quien realiza una labor hermosa en Indonesia con su centro de asistensia al nacimientoBumi Sehat, percibe a la placenta como el octavo chakra. Ella cree que el origen de la sensación de dualidad del ser humano parte del corte del cordón con tijeras de acero, en su centro de atención al parto, ofrecen para quienes lo deseen la técnica de quema del cordón. Robin ahonda en la metáfora sagrada de las pares: "Sería posible hablar acerca de madres, de bebes y de sus placentas sin ahondar en el reino del espíritu? Por supuesto que no, la sexualidad es siempre territorio sagrado. Si usamos la metáfora de pensar en el humano como un planta de loto: La placenta son las raíces, el cordón umbilical es el tallo y el bebé es la flor/fruto. Es posible que vertiendo agua a las raíces de nuestros corazones podamos encontrar sentido a nuestras vidas. Nutriendo de dónde venimos, podemos encontrar pistas de a dónde vamos. La Placenta es el Chakra olvidado." Robin Lim. 
Los Navajo de la zona suroeste de América entierran la placenta de sus hijos dentro de lo que denominan las Cuatro Esquinas sagradas para ligar a su nuevo/a hijo/a con su tierra y sus ancestros. Los Maoríes de Nueva Zelanda entierran la placenta en tierra nativa por la misma razón. De hecho tierra y placenta comparten la misma palabra: whenua. En ciertas zonas de Siberia se piensa que se ha enterrado mal o en un mal sitio la placenta si el bebé enferma. Entonces se desentierra y se le busca un lugar mejor para que el niño o la niña sanen. Los Ibo de Nigeria y Ghana consideran la placenta como la gemela del bebé. Los Aymara y Quechua de Bolivia dicen que la placenta tiene su propio espíritu. La gente de Malasia consideran la placenta como hermana mayor de sus hijos/as. Los Parigi en Celebes Islands la reservan en algodón blanco hasta que la madre la entierra con un ritual. Parecidos rituales se encuentran en Java y Bali. Los Toba-Bataks de Sumatra creen que la placenta contiene una de las siete almas que cada persona posee. En Islandia se piensa que el espíritu guardián del bebé reside en la placenta, de hecho la llaman fylgia que significa ángel de la guarda. En el oeste de Australia la placenta es la compañera del bebé y se guarda durante tres días antes de ser enterrada en silencio. Los Baganda de Uganda consideran la placenta como un segundo/a hijo/a, que posee su propio espíritu. Si el niño/a pertenece a la realeza, la placenta puede ser incluso llevada en procesión. Los antiguos egipcios creían en la dualidad de almas: un alma habitaba el cuerpo, la otra la placenta. Algunos templos fueron construidos para enterrar las placentas de los faraones.” planocreativo.wordpress.com
En el vientre materno el bebé y su triada prenatal están perfectamente integrados, cuando ocurre el nacimiento, la placenta, que en la primera división de células tomó la decisión conciente de ser placenta para que la otra célula pudiera desarrollarse como bebé, entrega todo de si en una rica transfusión de células madres, de hierro, de oxígeno (que no debe frenarse pinzando el cordón) luego se desprende y muere. Si se deja ser y se mantiene seca, como se hace por ejemplo en el nacimiento loto, a los pocos días se desprende desde el funículo del bebé. Toda la Triada debe ser tratada como si fuera la sombra del bebé, su par, y darle los mismos serivicios de descanso que se esperaría recibiera el cuerpo del ahora bebé cuando en un futuro incierto dejara de vivir. Idealmente en la muerte del segundo debieran reunirse para que el individuo pueda viajar al inframundo con la integridad del que fue su vehiculo para llegar a la tierra.

"El hombre mágico -el que cultiva relaciones armoniosas con el mundo misterioso que lo rodea - respeta el funículo, las membranas y las pares" Gutierre Tibón 1980. Puede que el hombre primitivo no tuviera claro las funciones viales que la Triada realizaba, pero intuía su enorme impacto y esta herencia la conservamos hasta hoy por ejemplo cuando una madre guarda celosamente la pinza y el muñón umbilical de su bebé, o la que guarda la prueba de embarazo, o el mechón de pelo. Quizás no sabe por qué lo guarda, pero no lo bota. Estos suveniers físicos son más que para preservar un recuerdo. Es una herecia paleolítica que nos conecta a la magia, a lo desconocido, a lo sagrado. Que nos permite seguir ejerciendo la protección que le dábamos al bebé en el útero a la tierra. Y si un día el amuleto se pierde, la madre llora. 

"En un nivel muy elemental, los rituales (...) funcionan como formas de tratar con lo desconocido. Son métodos para organizar la experiencia en unidades significativas y para influenciar en acontecimientos sobre los que la gente tradicional no podría tener control de otra manera." Guillermo Llerena Cano

Los ritos de nacimiento cambian de localidad en localidad, todos comparten un fondo similar; proteger la vida.

¿Cuáles ritos conoces o has practicado, herencia de la comunidad en la que creciste? 

jueves, 26 de septiembre de 2013

El viaje de la vida Documental completo

Amigas les invito a ver este Documental Sobre la Evolución de la Vida! Nos ayuda a entender aun mas la importancia de la Lactancia Materna en el Viaje de la Vida...

La Odisea de la Vida!

El milagro de la Concepción! padres amen a sus hijos son su mayor y mas hermosa creación...

¿Por qué acunamos a los niños sobre el lado izquierdo de nuestro cuerpo?

Desde hace varias décadas los científicos se han preguntado por qué alrededor del 80% de las mujeres, independientemente de si son diestras o zurdas, utilizan el brazo izquierdo para acunar a sus retoños, en lo que parece ser un comportamiento instintivo. El primero en sugerir una explicación fue el psicólogo estadounidense Lee Salk. Inspirándose en el comportamiento de los monos macacos Rhesus, originarios de Asia, propuso que los latidos del corazón materno eran la causa de tales preferencias. Aunque su teoría estuvo extendida durante un tiempo, estudios posteriores demostraron que, tanto para el feto como para el recién nacido, el sonido predilecto era la voz de su madre, y que los sonidos cardíacos no parecían tener mayor trascendencia.
La hipótesis más fiable llegaba hace unos años de manos de Victoria Bourne y Brenda Todd, de la Universidad británica de Sussex. Estas investigadoras atribuyen la costumbre a un sofisticado proceso en el que están implicados los hemisferios cerebrales de madre e hijo. Así, cuando un niño es acunado en el lado izquierdo de la madre, sus reacciones –llanto, risa, bostezo…– llegan directamente al hemisferio cerebral derecho materno, que es donde se reconocen los gestos emocionales y las expresiones faciales. En consecuencia, se refuerza la relación porque la madre tiene un acceso más rápido e intuitivo a las necesidades del niño.
Pagina Neurociencias. Elena Saenz
Lcda Carmen 
Concepción.